Collserola II

Hoy (ayer) la cosa ha ido mejor… creo :P, sí si que ha ido mejor. En san Juan de Dios no me ha hecho falta pararme antes de la cuesta, he podido seguir por la calle finestrelles y sólo he tenido que pararme una vez antes de llegar a Joan miró (debe de estar a 30m del hospital) oe oe oe xD

Vista desde el passeig de les aïgues

Después, no he tenido que perder el tiempo perdiéndome por caminos particulares verticales, sino que esta vez ya sabía dónde estaba el camino que subía. Así que he llegado a la calle en cuestión y he vuelto hacia adentro y los primeros 100 metros bien… pero luego…. es vertical! y con unas piedras… que me asusto sólo de pensarlo, así que me he vuelto a bajar de la bici, pero debo decir que sólo ese repecho. Esta vez no había senderista salvador, así que coronado a pie el repecho me he vuelto a subir en la bici hasta salir de nuevo a la calle en cuestión que sube a la rotonda.

La parte fácil del senderillo pedregoso

Mientras iba por el senderillo pedregoso este, iba pensando que la próxima vez intentaría hacerlo todo por la carretera para no tener que enfrentarme a esos pedrolos puntiagudos… pero luego el camino me ha llevado a la carretera… y vuelta a empezar: 10 metros parada, 10 metros parada…. pero bueno lo hemos conseguido!. De premio me he tomado una cocacola.

Vista de la Sagrada Familia y el mar al fondo

Después ya todo fue más fácil, el  repecho que la vez anterior me exigía arrancar en diagonal para pedalear 2 o 3 metros antes de reventar… esta vez sólo me pidió una parada.

Cartel de la Ronda Verde a partir del cual me perdí

Seguí el passeig, disfrutando cómo las locas, las vistas son espectaculares, pero en vez de bajar por el pla dels maduixers, por dónde creo que bajé la vez anterior (todo recto hasta Balmes) seguí por un camino sólo para vecinos  y por la carretera de la Rabassada hasta dar con un cartel de la Ronda Verde, momento en el que por supuesto me perdí. Empieza a ser una tradición: cuando veo un cartel de la Ronda, ya sé que me voy a perder 😉

PD: esta vez las fotos sí son mías