Nuevos retos

Este fin de semana me lo he tomado de «vacaciones» y he salido con la bici tanto el sábado cómo el domingo, a despedirme de dos de mis rutas favoritas: a los Urrutias y a Calblanque por los Belones. Ayer fue el primer día de verano de verdad, así que en Playa Larga no pude resistir la tentación, saqué el bikini y la toalla,  me tiré a tomar el sol y me pegué un bañazo de órdago (el agua estaba helada). Eso es algo que voy a echar de menos en Madrid, lo de poder bajarte de la bici, darte un baño y seguir ruta bien fresquito, es algo que no tiene precio.

La bici aparcada en playa larga

Otra perspectiva: mar y montaña

El 1 de Junio (dentro de 6 días) entro en mi nueva casa en la Avda de Europa, Madrid. He tenido suerte, es un bajo, con dos habitaciones y un mini jardín para mis perris. Estoy pegadita a la casa de campo y relativamente cerca del Pardo, así que para la bici parece que la cosa se presenta bien.  Por cierto, acabo de ver que hay una forma de llegar al Pardo desde la Casa de Campo por caminos y que sólo son 21 km, no sé por qué pero me da que esta va a ser una de las primeras excursiones que intente hacer 🙂

El otro día estuve dando un paseo por Aravaca, cubriendo parte de la ruta que tengo que hacer para ir a ver a mi Madre en Valdemarín.  Son 13 km de ida y 13 de vuelta, con unas cuestecitas que para qué las prisas 😛 De momento, me he dibujado una primera aproximación a la ruta en wikiloc. Y así a primera vista tiene 2 puntos MUY conflictivos: cruzar la carretera de castilla y cruzar la A-6. Sobre todo, el cruce de la A-6, ese paso elevado te deja en plena glorieta de Valdemarín que está siempre llena de coches hasta la bandera. Bueno habrá que irlo viendo, pero si consigo hacerme esa ruta 3 veces por semana, no va a haber batería de cenizas que se me resista 😉